La tecnología de regeneración con plasma (el cuarto estado de la materia), también llamada PSR, es una alternativa efectiva y muy conveniente para favorecer el proceso de regeneración de la piel y lograr el mejoramiento significativo de su apariencia. 

¿Cómo funciona?

El plasma se dirige a la superficie de la piel donde provoca un efecto físico llamado ionización del aire –entre el dispositivo y la piel–. Esto provoca un efecto térmico de calentamiento instantáneo y uniforme, pero controlado, que induce la formación de colágeno.

Con lo anterior se estimula la actividad de los fibroblastos (células que contribuyen a la formación de tejido conectivo) para aumentar la producción de colágeno y elastina (proteínas que proporcionan soporte a la piel).

A diferencia de otros procedimientos, como algunos láseres, la tecnología de plasma no elimina el tejido. No requiere de un periodo de recuperación extenso como ocurre con otros procedimientos y ofrece resultados que te permiten lucir una piel con una apariencia más joven en poco tiempo.

Se han llevado a cabo diferentes estudios científicos para evaluar los efectos del uso de PSR en pacientes y se han reportado resultados como:

• Disminución de la profundidad de las líneas de expresión.
• Mejoramiento de la apariencia de las arrugas.
• Disminución de la textura irregular.
• Mejoría en la pigmentación, como el melasma.
• Permite penetrar productos a las capas más profundas de la piel.
• Tiene un efecto bactericida en el acné y la rosácea.
• Mejora la laxitud o flacidez.
• Tratamiento de cicatrices, como las de acné.

El tratamiento con plasma también puede ser realizado en manos, pecho y cuello, sitios en donde se ha observado una disminución en la severidad de las arrugas y de la hiperpigmentación, así como un aumento en la suavidad de la piel.