De SIDA, gadgets y otras historias de Tijuana

Mi esposo Carlos aprovecha que mi cuenta de Facebook está bloqueada por unos días, para compartir en mi muro historias como esta sobre mi vida en la medicina y algún que otro «trapito al sol»
Hola, de nuevo aquí, usurpando el muro de Silvia, ya solo le quedan 7 días. El objetivo de mis intervenciones es que conozcan un poco más de lo que ella no platica casi nunca. La historia de hoy tiene que ver con gadgets.
Hace muchos años, en el 91 para ser exactos, Silvia trabajaba en Servicios Médicos Municipales del Ayuntamiento de Tijuana. Ahí atendían al cuerpo policiaco y supongo que bomberos, etc. Pero un lado muy interesante es que allí revisaban a las prostitutas de Tijuana para EST (enfermedades sexualmente transmisibles). Por esos años estaba el furor del SIDA y no había curación, por eso era muy importante revisar a las prostitutas, para evitar futuros contagios. Y no es que el SIDA fuera exclusividad de las prostitutas, pero eso fue lo que le tocó a Silvia.
Era muy fuerte escuchar las historias de cuando le avisaban a alguien que estaba infectada, o infectado. Sí, también hay prostitución masculina-gay —como le quieran llamar, es lo de menos—. En ese tiempo no había cocteles antivirales ni mucho menos, tener SIDA era una sentencia de muerte. Silvia usaba una PC con MS-DOS y un programa que se llama Epi Info, publicado por el CDC. Hoy en día existen versiones para la red, móviles y Windows. Epi info te permite diseñar bases de datos para cargar información y generar reportes estadísticos. Silvia lo usó para un estudio (creo que fueron más de 2,000 pacientes) de SIDA entre la población de prostitutas en Tijuana. Fue el primer estudio de ese tipo en el país.
Desde aquel trabajo Silvia se enamoró de la tecnología y siempre se apoya en ella.
Para su trabajo y sus cursos, claro, también para entretenimiento, como todo mundo. Y ese principio lo aplica para sus estudios de lo que hoy en día hace. Por ejemplo, lo de las hormonas bioidénticas.
Silvia fue quien introdujo el tema de las hormonas bioidénticas en Latinoamérica. Lo hizo en Buenos Aires ya hace unos cuantos años. Pero, nunca falta el acomplejado que dice que él fue antes. A Silvia no le gusta subirse al ring, pero es importante saberlo.
Como lo anterior, otras técnicas de las que no sé absolutamente nada, pero me entero por la cantidad de gente que la contacta para pedirle su opinión o consulta. Entre ellos, médicos de todo el mundo. Bueno, tampoco de todo el mundo, pero sí de muchos países. Lo interesante es que, a diferencia de otros, Silvia comparte su conocimiento sin envidias.
Un daño colateral de este gusto por lo nuevo es que incluye todo tipo de gadgets, computadoras, apps, y de ahí para adelante. ¡Peeeero…! (siempre hay un pero) todo lo que le pueda suceder con un gadget, le sucede. Y ahí ando yo apagando fuegos para que continúe sin problema alguno. No es queja, de hecho me encanta andar reparando o actualizando computadoras, y eso lo pueden constatar mis amistades.
La cuestión es que ayer Silvia tuvo otro de esos episodios: su iMac dejó de funcionar. Así sin más, de la nada, «de un de repente». No reconocía el sector de arranque del disco duro y se quedaba con un círculo cruzado por un línea, lo cual quiere decir que algo malo le sucedió al disco.
Pues, ayer intenté todo lo posible por conectar la iMac a otra computadora y accesar el disco para respaldar todo, pero no pude. Me la llevé a la oficina y después de varios intentos, logré conectarla a otra iMac y respaldar los datos. Lo curioso es que cuando la apagué y la volví a encender, funcionó como si nada hubiera sucedido.
Así son muchos de los problemas electrónicos de Silvia: que no puede leer sus correos, que no puede hacer login a no sé donde, que se borró no sé qué, etc. Pareciera que tiene un campo electromagnético que solo afecta sus gadegts y sus interacciones con la nube. Les sugiero cuiden sus celulares cuando se encuentren cerca de Silvia, su campo electromagnético los puede desconfigurar.
En fin, ayer y hoy fueron de esos días. Saludos.