La radiación solar y nuestra piel: impacto celular y envejecimiento prematuro.
Durante el verano, el sol nos invita a pasar más tiempo al aire libre. La exposición a la luz solar es importante para nuestra salud, ya que contribuye a la producción de vitamina D, regula nuestro ciclo circadiano, fortalece el sistema inmunológico y tiene un efecto positivo en nuestro bienestar emocional al estimular la producción de serotonina y endorfinas, entre otros beneficios. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que la sobreexposición a la radiación solar puede tener consecuencias negativas para nuestra salud si no tomamos medidas adecuadas de protección.
Por Biol. Nadia Siordia.- Hemos oído hablar de cómo la radiación solar afecta nuestra piel, pero ¿por qué sucede esto? La radiación solar, en particular la radiación ultravioleta, tiene la capacidad de penetrar en la piel y causar daños a nivel celular. Estudios han encontrado una asociación entre la radiación solar y diversos problemas de la piel, como el fotoenvejecimiento, la fotocarcinogénesis y cambios en la pigmentación. Además, esta radiación también afecta a la comunidad de microorganismos que habitan en nuestra piel y que son fundamentales para su funcionamiento y salud.
Los rayos UV se dividen en tres tipos: UVA, UVB y UVC. Los rayos UVC son absorbidos por la atmósfera terrestre, por lo que raramente llegan a nosotros. Sin embargo, los dos tipos restantes tienen la capacidad de atravesar la atmósfera y afectarnos.
Consecuencias de la sobreexposición a la radiación solar a nivel celular.
Los rayos UVA son responsables del proceso de envejecimiento prematuro de la piel y algunos de ellos, los de onda más corta, pueden incluso causar quemaduras. Estos rayos logran penetrar profundamente, alcanzando la dermis, y se ha demostrado que contribuyen al desarrollo del cáncer de piel. Además, los rayos UVA promueven el estrés oxidativo y alteran la producción de colágeno y elastina, dos proteínas cruciales para mantener la “red de soporte” de nuestra piel. Estas proteínas son esenciales para preservar la elasticidad y la firmeza de la piel, características de un rostro joven. Por lo tanto, los rayos UVA favorecen la formación de arrugas, líneas de expresión y la flacidez de la piel, lo que envejece nuestra apariencia.
Por otro lado, los rayos UVB afectan la epidermis, la capa más superficial de la piel, y pueden provocar quemaduras, bronceado y, en casos graves, ampollas. Al dañar las células, estos rayos se consideran un factor de riesgo para el cáncer, especialmente el melanoma. Además, pueden causar un engrosamiento de la epidermis.
Aunque los rayos UVA y UVB penetran a diferentes profundidades en la piel, ambos tienen la capacidad de dañar el ADN de las células. Los rayos UVA generan moléculas que dañan indirectamente el ADN, conocidas como radicales libres. Los rayos UVB causan quemaduras en la piel que provocan daños directos al ADN, ya que pueden causar mutaciones en el material genético y, con ello, promover la aparición de cáncer de piel.
Además de los daños en el ADN, la exposición prolongada al sol puede provocar otras alteraciones en las células de la piel. Por ejemplo, la producción de melanina, un pigmento que da color a la piel, aumenta en respuesta a la radiación UV, lo que puede dar lugar a la aparición de pecas, manchas de la edad y un tono desigual en la piel.
El daño a nivel celular se traduce en envejecimiento prematuro.
Es importante destacar que los daños a nivel celular se traducen en envejecimiento prematuro, incluso cuando no se produzcan quemaduras visibles. Las arrugas y las líneas finas aparecen debido a la exposición a los rayos UV, ya que estos estimulan la producción de enzimas que degradan las fibras de colágeno y elastina, las cuales son responsables de proporcionar soporte a la piel. Además, la radiación solar reduce la producción de estas dos proteínas, lo que provoca la flacidez de la piel y disminuye su elasticidad. Como se mencionó anteriormente, los rayos UV aumentan la producción de melanina en diferentes áreas de la piel, lo que puede dar lugar a hiperpigmentación y la aparición de manchas.
¿Qué podemos hacer para reducir los efectos negativos?
¿Sientes que el sol está causando problemas a tu piel o no sabes qué nivel de protección necesitas? Con gusto estamos para atenderte, darte un diagnóstico y, en su caso, recomendarte un tratamiento. Llámanos o visítanos.
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