diciembre 15, 2019

La Docencia, los exámenes y mis músculos doloridos.

Al final, y cuando todo mundo se había ido despavorido después de un curso de reanimación de 24 horas, les di la mano a los dos maestros y les dije: «Gracias, lo que aprendí tiene un valor tremendo. Si alguna vez me veo en la situación de actuar, sé que puedo hacerlo y quizás pueda salvar una vida.»