Me pasó con HOLLYWOOD PEEL.

Hace unos días me visitó por primera vez una joven para realizar un tratamiento. Después del necesario interrogatorio y de entender su caso le sugerí utilizar láser con el equipo Spectra.
Cuando estábamos en plena sesión me comentó: «Yo soy asidua a los centros de medicina estética. Ya me había hecho Hollywood Peel en otra clínica (no mencionamos el nombre por respeto), pero creo que no era el equipo que tiene usted, ni los pasos que está haciendo, ni las explicaciones del procedimiento.»
Esto es muy frecuente. El nombre Hollywood Peel es exclusivo del equipo láser Spectra. En el tratamiento real efectuamos 3 pasos, con diferente longitud de onda y programación más sofisticada.
Como siempre lo he dicho, la honestidad en el trabajo diario es fundamental. No se puede dar «gato por liebre»; va en contra de los principios básicos de la ética. No es la primera vez que me comentan las pacientes lo mismo. Así que hay que tomar en cuenta que se debe respetar al paciente; no tiene caso mentir.
El otro día me vi obligada a no hacer un tratamiento: Una paciente me hablaba mal de todos los médicos que la habían tratado y me cuestionó sobre el procedimiento que quería realizarse. Por una hora se lo expliqué con lujo de detalles, hasta el funcionamiento casi molecular. Ella me preguntabaL: «¿Y no me quedará boca de pato?», «¿y si no me gusta cómo me sacará el producto?» Yo la observaba con detenimiento. Al final le dije, «el médico debe tener un concepto de lo estético; vea a su alrededor y dígame si hay algo en mi clínica que no hable de belleza y buen gusto.» Al final, me dijo: «¿Qué me va a hacer hoy?» «Nada —le comenté—, absolutamente nada. Porque no quiero ser una más de su lista. Usted habla muy mal de todos los doctores, y yo no estoy de acuerdo con eso. Piense sobre lo que yo le he explicado, mi plan de trabajo, analícelo, y cuando esté convencida, que yo no trabajo para sacar dinero por gusto, que mi trabajo vale porque invierto en los mejores equipos y en mi educación, entonces regrese.»
La diferencia es que amo mi trabajo y lo disfruto, no voy por la vida viendo a quien le veo la cara. En fin, tonta o no, pero así soy.