Sácale el jugo al pollo.

Recomendaciones de cocina de la Dra. Silvia Cabrera para esta cuarentena.
En estos momentos en los que hay que optimizar los recursos con los que contamos, que además debemos de comer lo más sano posible y además divertirnos, te voy a compartir algunas recetas y estrategias que utilizo día a día.
Como algunos de ustedes saben, desde hace muchos años que me he certificado en la dieta antiniflamatoria de La Zona, este es un modelo muy apegado a la dieta mediterránea. Sin embargo, yo siempre he tomado en cuenta que nuestra cultura es tan rica, tan variada, que si adoptamos una dieta que no nos corresponde, difícilmente la seguiremos , porque en nuestro ADN están nuestras deliciosas comidas que nos preparaba la abuelita, la tía, o la comadre.
Así que, tomando en cuenta la calidad nutricional, la composición que debe de tener nuestro plato ( proteína, carbohidrato y grasas) quiero decirles que podemos comer rico, y muy apegado a lo que nosotros somos, mexicanos adoradores de los tacos y esas cosas.
De inicio, les digo, nuestro plato debe contener esos tres macronutrientes: Antes que nada les iré compartiendo qué productos tenemos en cada grupo. Pero como esto va a ir ligándose poco a poco, empecemos por el pollo, y todo lo que podemos hacer con unas cuantas piezas:
Compra pollo, de preferencia orgánico. A mí, en particular, no me gustan las pechugas, pero tú podrás incluir el pollo entero o las partes que más te gusten.
Es muy importante que le quites la piel, esa grasa no es la más adecuada, por lo tanto, ¡fuera! yo se la dejo sólo a alguna que otra pieza, porque como siempre he pensado, no hay que ser tan rígidos en la vida 😉
Pon a hervir agua con un poco de sal. Yo tengo un costal de sal de esa finísima de un salar de Baja California, pero no me gusta mucho porque no tiene yodo, y el yodo es muy importante.
Pon un trozo de cebolla y unos dientes de ajo. Estos dos productos, además de darle sabor al caldo tienen muchas propiedades —como los políticos—.
Ahora tienes dos cosas maravillosas: tu pollo, que puedes deshebrar, y un caldo.
¿Qué podemos hacer con ese pollo?
Unos chilaquiles. Pero, no esos que tú piensas, llenos de grasa 😉
Las tortillas las cortas en trocitos, las pones en un recipiente, las salpicas de aceite de oliva y las metes al horno por unos minutos para que se pongan doraditas y duras. Cuando dije salpicas, es eso, no los mojes totalmente, es solo para dalres un poquito más de textura.
Haz tu salsa con jitomates, más cebollita y un ajo, y ponle un chile morita. Los coces, los mueles y dales una pasadita en la sartén con unas gotas de aceite de oliva. Que hierva y se sazone… ¡Bueno! ¡pa qué! ¡te van a amar con esa salsa!
Colocas tus tortillas, les pones salsa encima, y el pollo. Si quieres un poco de aguacate y espolvorea con un poco de queso fresco. Espolvorear es un decir…
Te van a encantar. Ya verás.
Taquitos de pollo.
Vas a calentar las tortillas y les pones el pollo dentro, las doblas. Las haces como flauta, como taco, o como sea tu preferencia. Les rocías el aceite de oliva y las metes al horno.
Les pones una salsa hecha con jitomate, un medio tomatillo, ajo, cebolla y una pizca de orégano, sal y pimienta. Puedes hacer una crema de aguacate con un poquito de crema agria, los licúas y te queda una salsa deliciosa. Lechuga picada, rabanitos etc. Con dos tacos tienes.
Enmoladas.
Realmente el mole es un merequetengue de cosas. Quizá lo más malo es que tiene azúcar y el chocolate, el pan molido… Pero, digo yo, ¡si solo vas a mojar tus tortillitas con esa salsa de los dioses! Pues, solo la metes sin freír, bien calentada y medio dura para que no se desbarate en la salsa. Ponle encima todo lo anterior de los tacos, menos el guacamole.
¿Y el caldo de pollo que te quedó?
Pues, con ese yo hago cualquier cantidad de cosas, como una sopa de verduras.
Caldo tlalpeño.
Toma un poquito de pollo que te quedó. Yo muchas veces busco alitas, que son muy baratas y con eso hago mi caldo. Lo cocino con —ya saben—, la cebolla, el ajo… Le pongo un jitomate cortado en trocitos, un puñito de arroz, garbanzos ya cocidos y un puñito de una pasta como coditos o una más grande. —Las pastas no son buenas, realmente es un carbohidrato que no aconsejo, pero como realmente solo le pongo un puñito… A la vista del plato se ve muy rico y no transciende en tu salud. Lo malo es sentarse y, como decía mi mamá, «plantificarte» un platote de espaguetis—. Le pones un chile chipotle.
Otro platillo con pollo que es estupendo.
Pones un poquitito de aceite en la cazuela, cebolla en trozos y luego el pollo —lavadito y sin piel—; sal y pimienta. Que se vaya medio cocinando. Lo mueves frecuentemente. Pones dos jitomates en trocitos. Chiles güeritos y aceitunas. Lo tapas y que se cocine. Puedes poner un poquito del caldo de pollo que te sugiero siempre tengas guardado. ¡Ya verás qué rico queda!
Siempre acompaña a tu guisado antes con una sopa de verduras, lentejas o una crema de alguna verdura y/o una ensalada.